miércoles, 17 de junio de 2009

CARACAS A DOS CHANCES DE SU CITA CON LA HISTORIA

En la primera mitad dos equipos aguerridos salieron al campo de juego con una sola idea en la cabeza dar el cien por ciento en el campo de juego al enfrentarse dos oncenas que dieron todo en la Copa Santander Libertadores y que defienden su honor en terreno portoalegrense, ya que en el partido de ida no se dilucido nada al haber culminado el partido en un empate a un tanto entre caraqueños y brasileños en suelo venezolano.

Ambas escuadras dominaron en partes del partido planteando Noel Sanvicente un esquema de juego que mostraba una visible presión al medio campo y delantera de los jugadores de Gremio como Souza o Maxi López al transcurrir de los primeros cuarenta y cinco minutos; por intermedio de un contrataque Franklin Lucena que estaría muy activo logró en una descolgada individual inquietar el arco de Marcelo; arquero suplente de Gremio por lesión de Víctor, que no fue embocado solo por muy poco ante la incredulidad de la defensa de Gremio y el once brasileño que a medida que transcurría la primera mitad lucía más confiado y lograba encontrar las fisuras en el mediocampo de Caracas FC, con su máxima figura en la delantera el argentino Maximiliano López que realizó el ataque más peligroso al minuto 28 de partido; tornándose los minutos con un tono agresivo siendo amonestados varios jugadores por el arbitro Pesota que tuvo que ser enérgico en algunas faltas y benevolente en otras mostrando la ley de la ventaja en los momentos requeridos y mostrando autoridad ante los veintidós que estaban en el terreno de juego.

En la segunda mitad el mejor equipo de la Copa el Gremio de Portoalegre mostro su poderío ante un Caracas que impotente buscaba la forma de robarle la posesión del balón a los brasileños que cada vez se acercaban más al arco defendido por Reny Vega; los cambios realizados por Noel “Chita” Sanvicente mostraban la intención de buscar el partido pero la estrategia no le resultaría como lo esperaba por lo menos con el cambio en el minuto 56 de Emilio Rentería por Samir Valoyes que no genero gran ofensiva en el equipo caraqueño este cambio sería seguido por el de Darío Figueroa por Alejandro Guerra en el minuto 67 y Jesús “la pulga” Gómez por Rodrigo Prieto en el minuto 76 todos jugadores netamente ofensivos; que se mostrarían a lo largo de los últimos diez minutos; jugadores como Herrera (que entraría por Alex Mineiro) serían el revulsivo que estremecería el arco de Reny Vega en la segunda mitad seguido de Tcheco que no dejaría de inquietar en el arco con poca suerte.

La historia estuvo muy cerca de ser escrita gracias a un remate de tiro de esquina realizado por José Manuel Rey que sería rematado de cabeza por Deivis Barone este sería entorpecido por Rafael Castelín que no le permitiría realizar un gol hecho que voltearía el destino del partido y otra pelota que pudo haber sido sentenciante para el cuadro de casa fue un remate de larga distancia rematado a Gabriel Cichero que sólo y creyendo que se encontraba en posición adelantada remato desviado al arco ante la frustración del Chita Sanvicente que no daba crédito de las dos oportunidades perdidas por su equipo en tan distinguida competición ante un equipo como Gremio y sabiendo estos lo que significaba vencerles; el marcador fue un resultado igualado a cero para ambos equipos que al quedar 1- 1 el partido de ida y tomando en cuenta el gol de visitante le da la próxima fase al Gremio de Portoalegre que no mostro su mejor estilo de juego ante un débil Caracas FC y que probablemente estará en el ojo de águila de más de un medio periodístico brasileño.

miércoles, 10 de junio de 2009

SON CUATRO DE SEIS

Un estadio Cachamay repleto de una afición ilusionada con que la vinotinto logrará la mayor gesta en eliminatorias mundialistas que no supera los 18 puntos al mando de Richard Páez se reunió para presenciar el empate a dos de Venezuela con la oncena charrúa de Uruguay comandada por Washington Tavares que salió desde el primer minuto con un esquema de juego bien plantado en el campo de juego con su principal arma ofensiva Diego Forlán que sería muy incisivo en los noventa minutos de partido; en compañía de los delanteros Álvaro Pereira y Luís Suarez ambos muy activos en el terreno de juego con un esquema táctico enfocado en las bandas y que en el transcurrir del partido se tornaría cada vez más ofensivo siendo cada uno de los cambios enfocados hacia ese sector lo cual dejaba un poco al descubierto el fondo y a pesar de eso nunca fue realmente amenazado después que en el minuto 9 una descolgada de Giancarlo Maldonado luego de una excelente asistencia de Alejandro Moreno le diera la delantera al once de Venezuela al mando de César Farías; jugadores como César González y Juan Arango fichas importantísimas en el mediocampo resultaron desaparecidos en gran parte del partido con poca participación en la gesta de balones para Giancarlo Maldonado y Alejandro Moreno y en la segunda mitad a Nicolás Fedor que sería el recambio de Giancarlo Maldonado. La segunda mitad sería la decisiva y la que tendría más función ofensiva por ambos bandos cuando en el minuto 60 con una excelente descolgada del jugador charrúa Luís Suarez el marcador se igualará a un tanto, tornando el partido más aguerrido y de más contacto resaltando la aparición de varias tarjetas amarillas por parte del arbitro brasileño Simón en el minuto 71 en una maniobra individual llegaría la ganancia en el marcador por el equipo celeste gracias a Diego “cachabacha” Forlán que adelantaría en el minuto 71 pero no muy lejos en el minuto 74 con la algarabía de la afición venezolana las acciones se igualarían por intermedio de José Manuel Rey dejando un marcador final de 2-2 dejando a Uruguay con 20 puntos en el puesto quinto y a Venezuela abajo por tres puntos con 17; en resumidas cuentas con los dos últimos encuentros de la vinotinto uno de visitante y uno de local se logro cosechar una gesta de cuatro punto lo cual no es muy negativo en relación a la evolución del fútbol nacional venezolano pero para el objetivo de llegar a nuestra primera Copa Mundial de mayores complica un poco las cosas.