El ambiente es inigualable y el Mestalla se vistió de gala para recibir dos de los equipos más grandes de España, para entregar el primer trofeo del 2011 la Copa del Rey. HASTA EL FINAL VAMOS REAL!!!, era la pancarta inmensa desplegada por la hinchada del Real Madrid que empezaba un partido con esperanzas de levantar cabeza para los blancos que se vieron totalmente superados en el primer clásico.
Los equipos salieron con todas las intenciones de dar un mejor espectáculo. Como era de esperarse el árbitro quiso ser protagonista pitando todo, cortando un partido que pudo ser más vistoso y sin amonestar jugadas que de haberlo hecho les hubieran bajado los humos a algunos jugadores y les hubiese hecho ver que esto era una final y que deben jugarla como tal, el roce digno de un clásico estuvo presente con varias amonestaciones que hicieron el juego algo ríspido y trabado.
En el 11’ sería la primera llamada de atención de los blancos con una jugada de Ozil que intenta asistir a Cristiano Ronaldo sin lograr inquietar al arquero Pinto; esto junto con el cabezazo al arco de Pepe que golpeo el travesaño. En resumen en la primera mitad igual que en el primer clásico se encuentra todo en su cancha, mientras el Barcelona es el que tiene el dominio del balón, el Madrid juega al ritmo de los catalanes; la diferencia? El pressing; el Madrid presiona mejor desde el medio del campo y cuando logra zafar del balón a Messi ataca sin mucha peligrosidad. Messi, Xavi Hernández columna vertebral de los azulgranas fueron controlados por los de Mourinho.
Y el segundo tiempo fue del Barcelona, que luego de la charla técnica con Guardiola fue otro y acorralo al Madrid en su propio campo dándole la posibilidad de responder solo de contragolpe muy esporádicamente cuando por casualidad podían robar el balón. Di María fue el único jugador que con pundonor se llevo a los hombros un equipo que parecía que la estrategia del primer tiempo le hacía mella, se veía desgastado y ya con un cambio, el ingreso de Adebayor por Ozil, no veía el revulsivo que necesitaban para quitarle el dominio del balón al Barca y romper la igualdad, tanto es así que en tiempo de alargue en el 103’ saca una asistencia magistral sirviéndole un centro a Cristiano Ronaldo que lo traduce en gol rompiendo con un trallazo la malla de Pinto, ante la incredulidad de los fanáticos culés que enmudecidos veían escaparse la oportunidad del título, el Barca no bajaría los brazos pero las intenciones de Mourinho eran claras cuidar este 1 a 0 a como de lugar (haciendo recordar a algunos el Inter que derroto al Barca por Champions).
Con esta Copa del Rey, los merengues obtienen su Decimoctavo título en la competición y la decimo segunda final que gana Mourinho en su carrera como entrenador.
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