La primera mitad se definiría con una selección coreana que sale pasiva mientras Argentina hace el desgaste con Messi y Di María. Messi tiene la función de jugar más retrasado que en la primera presentación ante Nigeria. La desgracia cae en el arco surcoreano en el minuto 16, cuando Chung Young Park marca en su propia puerta en un tiro libre cobrado por Heinze; los surcoreanos no logran leer el ataque de los argentinos tratando de recurrir a las faltas para poder bajar el ritmo de juego. En el minuto 32 marcaría Higuaín cuando se encontraba solo en el área ante el pase de Nico Burdisso a jugada armada, producto de una pelota parada.
En las postrimerías de la primera mitad cuando Argentina dominaba y desplegaba su mejor fútbol Corea del Sur por intermedio de Lee-Chung Yong marca gracias al robo de pelota en la desatención del medio con Demichelis, saliendo el coreano en carrera y chutando a quemarropa sobre el arquero Romero. El alma del encuentro en la primera mitad sería Carlos Tevés de gran presencia en la cancha encargado de organizar al equipo y armar el juego de la selección, labor en la que falló Juan Sebastián Verón en el primer encuentro.
Para la segunda mitad Sur corea trata de continuar con su buen momento controlando el mediocampo y obteniendo un poco más de posesión del balón lo cual lo obliga a desatender el fondo al adelantar sus líneas y atacar la valla de Romero con más frecuencia; el juego de Corea facilitó la llegada de Agüero que acababa de entrar con Messi en una habilitación a Higuaín que sube una rayita más en el tanteador, y cuando el partido estaba totalmente dominado remataría este con otro gol que pondría la guinda en el pastel con un pase de Agüero de gran ayuda en el partido – gran acierto de Maradona- a pesar de la goleada que ya estaba gestada Argentina seguía volcada al ataque hasta el final de los noventa minutos.
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