En el Estadio Nelson Mandela Bay en Port Elizabeth, donde se enfrentaron alemanes y serbios se resume en una Alemania que con el dominio del balón intentaban llegar en ataque; mientras los serbios replegados en su área trataban de controlar el juego, pero de nada sirve sino amenazan la portería de Neuer, ya que un punto no les sirve, necesariamente deben ganar. Es un fútbol correcto de ambas escuadras pero con falta de agresividad al ataque, no fue violento pero el arbitro Undiano Mallenco, tarjeteo a placer en su intento de evitar que se le escapará el partido y como consecuencia Miroslav Klose sale expulsado del partido en el minuto 36; desordenando toda la perfección alemana.
Con un hombre más Serbia logra la ventaja por intermedio de Jovanovic que hace acto de presencia con una carrera de Krasic que centra a Zigic aprovechando su gran estatura con un cabezazo le hace el pase a Jovanovic para que marque venciendo al portero Neuer que nada pudo hacer en el minuto 38, desencajando al equipo de Joachim Loew.
En la segunda mitad con uno menos Ozil es el cerebro de los alemanes pero a pesar de eso es sacrificado para que ingrese Gómez y Cacau también ingreso para darle más movilidad al ataque en un intento desesperado del director técnico alemán por emparejar las acciones. Nemanja Vidic con un error mental estuvo muy cerca de cometer la catástrofe serbia al provocar un penal con una mano en el área que magistralmente fue detenido por Stojkovic cuando Podolski se lamentaba, por la ausencia del expulsado Klose este era el encargado de patear el penal sin éxito. Antic también planteó un juego ofensivo, lógico cuando te encuentras ante un equipo mermado en cantidad de jugadores ingresando a Lazovic que como delantero convirtió este el partido de las ofensivas y llegarían al final de las acciones con una victoria de Serbia por la mínima, que le da esperanza al once de Radomir Antic.
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