En uno de los partidos más complicados de analizar los holandeses rescataron una victoria por la mínima ante los japoneses que se plantaron en la cancha con un cerco defensivo de cinco jugadores en la mitad de la cancha y con Honda solo en la punta para que si lograban robarle un balón a los holandeses escaparse con alguna individualidad como las mostradas en la segunda mitad por Nakamura, Nagazaki y Honda que no desplegó en su mejor fútbol. Holanda recurrió en la segunda mitad a el recambio natural de Rafael van Der Vart por Eljero Elia buscando así desequilibrar por las bandas a la defensa japonesa ya que al igual que en la primera presentación contra los daneses la banda ocupada por Giovanni Van Bronckhorst era fácilmente superada. El gol de la victoria vendría por intermedio de Sneijder en el minuto 52 de partido cuando una asistencia de Van Persie que se rotaba con Kuyt por la banda marcaria la ventaja de Holanda sobre Japón que se veía obligada a adelantar sus líneas sin perder la presión sobre los holandeses.
Nakamura, jugador ausente en el primer partido aparece como recurso ofensivo del técnico Takeshi Okada, que necesitaba una variante al ataque al haber planteado un partido defensivo desde el comienzo del partido y aunque se le agradece que tratará de mostrar un fútbol más vistoso no logra romper con el esquema defensivo de Holanda; necesitan más llegada.
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