

En la primera mitad el partido vislumbraba como uno muy parejo disputado por ambas escuadras dada la importancia de la segunda presentación para un mundial, pero desde el inicio México de a poco trataba de generar peligro y lograr dominar el balón, como por el contrario Francia perdía cada vez más autoridad en la cancha y los remates poco certeros y a trompicones mostraban a una Francia desordenada con pocas ideas; por lo que para el inicio de la segunda mitad Raymond Domenec decidió tratar de poner a un hombre fresco que le diera variantes al ataque lo cual no surtió efecto y por el contrario Javier Aguirre –que me quito el sombrero ante él- leyó el partido de manera precisa y a tiempo que es lo más importante y con los cambios del Javier Hernández por Carlos Vela y Cuahtemoc Blanco por el Guille Franco realizaron las dos rayitas que le dieron la ventaja a los mexicanos sobre franceses con un fútbol rápido y vistoso aún cuando la anotación del Cuau fue de tiro penal, luego de una falta sobre Moreno que por la banda fue muy marcado por los franceses y la primera anotación sería por intermedio de Javier Hernández cuando no tenía mucho tiempo de haber entrado al partido con una escapada letal y un disparo certero sobre la valla defendida por Hugo Lloris.
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